DIVERSIDAD O INVERSIÓN
Brígido Marquina
Parafraseando al rabino sionista Kissel Mordekay, alias Carlos Marx, diríamos
que “la mentira es la partera de la historia”, por eso Yahshua dijo: “el que me
sigue no andará en tinieblas y el que conmigo no recoge, desparrama”. El
sofisma (“afirmación falsa con apariencia de verdad. Falsedad que conduce a
error”) domina la mente de una humanidad réproba, rebelada contra su
Creador“. ¿Por qué se amotinan las gentes, y los
pueblos piensan cosas vanas?” (Salmo
2:1). La violencia está apoderada del mundo; y los gobernantes, cumpliendo una
profecía de Yahshua, legalizan el “matrimonio gay”. Yahshua, entre otras señales
(Mateo24), predijo que antes del fin del mundo y de su venida la humanidad
estará “como en los días de Noé (Mateo24:37-39) y de Sodoma y Gomorra” (Lucas
17:28-30). Días de violencia y homosexualidad. Dios destruyó la primera
civilización con un diluvio (Génesis 6) y destruyó a Sodoma y Gomorra con fuego
y azufre (Génesis 19). Con sofismas, Satanás, el engañador de las naciones,
deprava al mundo. Se pretende hacer creer que la unión de un hombre con otro y
de una mujer con otra, es “diversidad sexual”. A lo contranatural, a lo malo,
se le llama bueno. Dice el apóstol Pablo en 1Cor9-11:
9 ¿O
no sabéis que los injustos no heredarán el reino de Dios? No os dejéis engañar:
ni los inmorales, ni los idólatras, ni los adúlteros, ni los afeminados, ni los
homosexuales,
10 ni
los ladrones, ni los avaros, ni los borrachos, ni los difamadores, ni los
estafadores heredarán el reino de Dios.
11 Y
esto erais algunos de vosotros; pero fuisteis lavados, pero fuisteis
santificados, pero fuisteis justificados en el nombre del Señor Yahshua y en
el Espíritu de nuestro Dios.
Hace poco un reconocido teólogo jesuita declaraba en
un diario: “yo bendeciría una unión homosexual, pero no la consideraría
matrimonio”. Como si Dios bendijera a retazos. Balaam pretendía maldecir
lo que Dios estaba bendiciendo (Números 22); y este teólogo, confundiendo al
pueblo, bendice lo que Dios maldice. Falta que le hable la burra, como le habló
a Balaam. Que le dice Pablo en Romanos 1:
1:25
ya que han sustituido la verdad de Dios por la mentira, adorando y sirviendo a
las criaturas en lugar del Creador, que es bendito eternamente. Amén.
1:26 Por eso, Dios los
entregó también a pasiones vergonzosas: sus mujeres cambiaron las relaciones
naturales por otras contrarias a la naturaleza.
1:27 Del mismo modo, los
hombres, dejando la relación natural con la mujer, ardieron en deseos los unos
por los otros, teniendo relaciones deshonestas entre ellos y recibiendo en sí
mismos la retribución merecida por su extravío.
1:28 Y como no se preocuparon
por reconocer a Dios, él los entregó a su mente depravada para que hicieran lo
que no se debe.
Este teólogo balaamista debería saber que el que
legítima el pecado lleva su parte:
1:32 Y a pesar de
que conocen el decreto de Dios, que declara dignos de muerte a los que hacen
estas cosas, no sólo las practican, sino que también aprueban a los que las
hacen.
La
diversidad sexual y la homofobia, son sofismas. El homosexual no ama, sólo
quiere ser adorado. La homosexualidad es un espíritu de seducción. El
homosexual no nace, es seducido. Es un problema de narcisismo. La humanidad se
extinguiría si adoptara la homosexualidad, además de la patología que conlleva,
de graves consecuencias. La homofobia oculta la heterofobia del homosexual. La
mejor manera de amar al homosexual, como persona humana, es predicarle la
verdad, para que sea liberado por Yahshua y se salve. Odiamos el pecado de la
homosexualidad y amamos al pecador, no hay tal homofobia. No hay diversidad
sexual sino inversión de sexos, que es una “pasión infame”. La levadura del
teólogo jesuita balaamista lo lleva a presentar además a un Dios palúdico, que
“no castiga” y se le olvida que “Dios es amor, pero también es fuego
consumidor”: 1Corintios11:28-32; Hebreos 10:26-31; 12:4-12; 29.
Es
una “horrenda cosa caer en las manos del Dios vivo”. No se puede ignorar
voluntariamente la justicia divina y más cuando sabemos que los cielos van a
incendiarse. 2Pedro3:
10 Pero el día del Señor vendrá como ladrón en la noche; en el
cual los cielos pasarán con grande estruendo, y los elementos ardiendo serán
deshechos, y la tierra y las obras que en ella hay serán quemadas.
11 Puesto que
todas estas cosas han de ser deshechas, cómo no debéis vosotros andar en santa
y piadosa manera de vivir,
12 esperando y
apresurándoos para la venida del día de Dios, en el cual los cielos,
encendiéndose, serán deshechos, y los elementos, siendo quemados, se fundirán!
Brígido Marquina es pastor no denominacional de la Iglesia Universitaria.
Correo: paraclito888@hotmail.com; Teléfono: 04168899660;
Reunión: Domingos 11 am en los Bancos de Ingeniería UCV.
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