domingo, 16 de julio de 2017

¡EL DIEZMO ES UN ROBO!

Escrito por Brígido Marquina (pastor y poeta de la Iglesia Universitaria)

Los falsos profetas o pastores de la letra le exigen el diezmo a sus feligreses, el 10 por ciento de su producción y así trasquilan a las ovejas del redil. Para el latrocinio citan al profeta Malaquías:

Malaquías 3:8-10


¿Puede un hombre defraudar a Dios? ¡Pues vosotros me defraudáis! - Y encima decís: ¿En qué te hemos defraudado? - En el diezmo y en la ofrenda reservada. Estáis repletos de maldición, pues me defrauda la nación entera. Llevad el diezmo íntegro a la casa del tesoro, para que haya alimento en mi templo; ponedme así a prueba, dice Yahvé Sebaot, y veréis cómo os abro las esclusas del cielo y derramo sobre vosotros la benéfica lluvia hasta que se agote.

Esos pastores mercaderes predican a Malaquías, profeta del Antiguo Testamento, pero predican lo que les conviene, lo que no les conviene lo apartan, como:


Malaquías 1:1 


Oráculo. Palabra de Yahvé dirigida a Israel por medio de Malaquías.

Palabra dirigida a ISRAEL, no a Venezuela, pero estos pastores malandrosos le clavan esos textos a las ovejitas para esquilmarlas. Yahshua abrogó el diezmo, alegando que era algo obligatorio para los judíos en el pasado, en el tiempo de la Ley de Moisés:

Mateo 23:23 


¡Ay de vosotros, escribas y fariseos hipócritas, que pagáis el diezmo de la menta, del aneto y del comino, y descuidáis lo más importante de la Ley: la justicia, la misericordia y la fe! Esto es lo que había que practicar, aunque sin descuidar aquello.

Pablo enseña en Gálatas que el que practica la Ley se pierde, ya que estamos en el tiempo de la Gracia:


Gálatas 5:1-5 


Para ser libres nos ha liberado Cristo. Manteneos, pues, firmes y no os dejéis oprimir nuevamente bajo el yugo de la esclavitud. Soy yo, Pablo, quien os lo dice: Si os circuncidáis, Cristo no os aprovechará nada. De nuevo declaro a todo hombre que se circuncida que queda obligado a practicar toda la ley. Habéis roto con Cristo todos cuantos buscáis la justicia en la ley. Habéis caído en desgracia. En cuanto a nosotros por el Espíritu y la fe esperamos la justicia anhelada.

¿Cómo sobrevive la Iglesia?, representada primeramente en los hermanos necesitados como beneficiarios de las ofrendas:

2Corintios 9:7 


Cada cual dé según el dictamen de su corazón, no de mala gana ni forzado, pues: Dios ama al que da con alegría. 

Todo pastor que cobra diezmo, lo recibe "sin querer queriendo" o lo insinúa, es un falso profeta y un ladrón, ordenado por ellos mismos y está desgajado de Cristo y por tanto tiene a la iglesia en apostasía y explotada. Pablo no enseñó el diezmo y nunca lo cobró, si no cómo es que llegó a decir:


2Corintios 6:10 


...como tristes, pero siempre alegres; como pobres, aunque enriquecemos a muchos; como quienes nada tienen, aunque todo lo poseemos.

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